Ir al contenido principal

Se me caen los pantalones


Quienes me conocen de tiempo atrás, saben que soy experta en hacer los más ricos y variados postres y como es de esperarse, me encantan. Al respecto no todo es color de rosas; cada vez que hacia un postre nuevo aparecía la voz de la conciencia (en este caso, mi mamá) recordándome el histórico familiar, que para mi tristeza se resume en una palabra que va en contra de todas esas delicias “diabetes”. Sí, aparece a través de las generaciones dejando vestigios de lo que hace una mala alimentación (al decir mala me refiero a su alta concentración calórica y no a mi desaprobación). Bueno en fin.

Siempre pensé que esa vaina le da a los otros y no a mí. Los números siempre estuvieron a mi favor, los laboratorios reflejaban una vida sedentaria pero todo dentro de los parámetros normales. Hasta hace poco más de un mes.  El tan esperado valor de glucosa en sangre, subió, está en esa estrecha porción en que no eres normal y no eres diabético. Como quien dice, estoy al borde del abismo luchando para no caerme.

Ya no podía esconderlo, esa vaina si me puede dar a mí. Y ahora? Pues lo de siempre, a buscar nutricionista, comenzar dieta y mirar a ver como bajar esos números. Busque asesoría, le pregunte a una amiga que comenzó su dieta hace algún tiempo y ha obtenido buenos resultados en un tiempo razonable (ni muy rápido, ni muy despacio). Di con un lugar interesante, que con acompañamiento medico te dirigen una dieta saludable ajustada a tus propias necesidades. En resumidas,   los resultados son excelentes y la comida es buena (quien pensó que para hacer dieta es necesario dejar de comer cosas ricas, está equivocado) y ahora no somos solamente mi amiga y yo…. el grupo de personas conocidas que entran en esta cadena del comer bien aumenta a cada día. Eso me deja muy feliz, cada vez somos más los que queremos una vida saludable… así es más sencillo mantener la dieta, cuando hay celebraciones o encuentros, todos estamos en la misma onda.

Lo jarto del asunto es que la ropa no me queda…. los pantalones se me caen y se me hacen bolsas en los vestidos. Aún no es tiempo de cambiar de guarda ropa, porque faltan kilos por perder, en fin, volveré a la moda hip-hop y de nuevo andaré con los pantalones en la mitad de la cola……


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Más de malas que piraña mueca

Durante mi vida algunas cosas interesantes han pasado, entre ellas vivir en el Amazonas. Tierra de Dios y del diablo, el último rincón del mundo, donde las cosas más extrañas pueden pasar. Pero ni crean que esta historia tiene que ver algo con mi época en Amazonas…. lejos de eso, bueno si tiene algo que ver…. Durante la semana pasada recibí la visita de un amigo que conocí en aquella época, hace mucho no nos veíamos y él no conocía la ciudad; así que aproveche para dar una parada en el trabajo y relajarme un poco. Fuimos a muchas partes, ya el fin de semana nos encontramos con otros amigos y fuimos a una laguna en la desembocadura de un rio, muy cerca a la playa, paisaje de envidiar, dunas, agua tranquila, sol radiante….. confieso soy visitante frecuente de aquel lugar.  Por causa del sol, decidí entrar al agua para refrescarme, cuando de repente, empecé a sentir pequeños pellizcos en uno de mis dedos, cada vez más intensos, cuando saque la mano del agua  “o sorpresa”, había u...

No se aceptan devoluciones

Hace mucho tiempo que no reía tanto con una película. Los que me conoces saben que no soy allegada a las películas de comediantes, en general me caen gordas, pero esta me pareció muy buena. Tiene muy buen ritmo, el estilo es medio “Cantinflas” a lo moderno. La historia es divertida, sin ser el mejor argumento del mundo, vale la pena verla. 

Com mais azar do que piranha sem dentes

Na minha vida tem acontecido algumas coisas interessantes, entre elas morar no Amazonas. Terra de Deus e do diabo, o último buraco do mundo, onde as coisas mais esquisitas podem acontecer. Mas não achem que esta historia tem a ver alguma coisa com aquela época... longe disso.... bom, acho que sim tem a ver.... A semana passada recebi a visita de um amigo que conheci naquela época, há muito tempo a gente não se encontrava e ele não conhecia a cidade; então aproveitei para dar uma parada no trabalho e tirar uma folga. A gente foi pra muitos cantos, já no final de semana encontramos outros amigos e fomos para uma lagoa na desembocadura de um rio, perto da praia, com uma paisagem de dar inveja, dunas, água mansa, sol radiante... confesso que sou visitante freqüente daquele local. Por causa do sol, decidi cair na água para me refrescar, quando de repente, comecei sentir pequenas pitadas no meu dedo, cada vez mais intensas, quando tirei a mão da água “surpresa!!”, tinha um pez pendura...